Memoria del tiempo
En el susurro de las horas,
donde los recuerdos se entrelazan,
camino por senderos de momentos compartidos,
cada paso, una huella en la arena del tiempo.
En los ojos que se encuentran,
hay una historia que no se cuenta,
una conexión profunda, un eco de risas,
una calma en medio del ruido del mundo.
Los días pasan,
y con ellos, las estaciones cambian,
pero hay un refugio en el corazón,
donde las memorias brillan con luz propia.
Son las tardes en las que el tiempo se detiene,
los silencios cómodos que no necesitan palabras,
las miradas que hablan por sí solas,
cada instante se graba en la piel.
Y aunque las páginas se vuelvan amarillas,
y el viento sople con fuerza,
hay un rincón en el alma
donde su eco siempre perdurará.
Así, en este viaje sin fin,
las memorias del tiempo nos abrazan,
tejiendo un lienzo de suavidad,
donde el amor florece en cada rincón.
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