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" El río de tu apoyo "

Sos el sol que ilumina un jardín de flores que abraza mis sueños. el susurro de tu voz es la brisa que me invita a crecer. Sos el faro en la tormenta, un puerto seguro. donde anclo mis temores.  Tu apoyo , como un río caudaloso, fluye a través de mis días, llevándose las piedras que solía cargar. Cada sascrificio tuyo es un ladrillo en la fortaleza que me rodea,arropándome  en tiempos de incertidumbre. Tus enseñanzas, semillas en la tierra del alma, brotan como frutos cuando el reto es mayor,  recordándome que la lluvia también es necesaria, para que florezca la esperanza. Ahora, en este sendero que transitamosjuntas, nuestras risas son melodías que pintan el aire, y en los días grises tu abrazo, es el arcoiris  que rompe con la rutina. Te miro y veo un reflejo; mi espejo de amor y valentía. Juntas tejemos la historia de nuestras vidas, cada hilo un momento compartido, cada color un nuevo recuerdo...

Raíces de tu voz

 Fuíste el surco que ordenó mis pasos, la sombra que no ahogaba, sino que dibujaba horizontes. En tu silencio, aprendí a escuchar el lenguage del viento. Ahora , tu asusencia es un reloj sin manos, pero tu risa persiste en el crugir de la madera, el aroma de un mate mañanero, en cada semilla que siembro y que se niega a morir. Papá, hasta el aire lleva tu nombre cuando sopla : me hablan los ríos de tu terquedad las montañas de tu calma infinita. No lloro lo que se fué : sino que celebro lo que se quedó a fermentar en mi sangre, sos la brújula rota, que aún señala mi norte. Y aunque el otoño borre tu huella sé que caminas en el latido que me empuja hacia adelante, en cada elección, en cada " gracias " que no dije y hoy germina. Descansá , pero no calles : sigue habitando en las raíces de mis dudas, en la savia tenaz de mis preguntas...

Memoria del tiempo

 En el susurro de las horas, donde los recuerdos se entrelazan, camino por senderos de momentos compartidos, cada paso, una huella en la arena del tiempo. En los ojos que se encuentran,  hay una historia que no se cuenta,  una conexión profunda, un eco de risas, una calma en medio del ruido del mundo. Los días pasan, y con ellos, las estaciones cambian, pero hay un refugio en el corazón, donde las memorias brillan con luz propia. Son las tardes en las que el tiempo se detiene, los silencios cómodos que no necesitan palabras, las miradas que hablan por sí solas, cada instante se graba en la piel. Y aunque las páginas se vuelvan amarillas, y el viento sople con fuerza, hay un rincón en el alma donde su eco siempre perdurará. Así, en este viaje sin fin, las memorias del tiempo nos abrazan, tejiendo un lienzo de suavidad, donde el amor florece en cada rincón.

Sin filtros

 En la vastedad de un cielo desprovisto de nubes,   donde cada estrella es una verdad desnuda,   mi amor se despliega, un lienzo sin filtros,   un paisaje crudo de emociones a la intemperie.   Los colores vibran, intensos,   cada trazo es un susurro que desafía la sombra,   la fragilidad de un corazón expuesto   a la luz de la autenticidad.   En cada rincón se esconden los matices,   las sombras que danzan en sincera complicidad,   no hay retocadas sonrisas,   solo la belleza de lo imperfecto.   Así como un río que fluye sin reparos,   mi amor se desliza, libre y salvaje,   abrazando la corriente de lo real,   perdiéndose en la profundidad de lo sincero.   Los ecos de las palabras son suaves,   como la brisa que acaricia un campo abierto.   Ahí, en ese espacio sin filtros,   resuena la claridad ...

Retrato de un alma

A ti, que habitas mis pensamientos,   te miro y en ti encuentro la calma,   como un faro en la tormenta,   en este rincón del alma   donde las dudas se disipan   como niebla ante el amanecer.   Te pido, sin adornos,   que me veas tal cual soy,   un lienzo de colores vivos   y sombras que danzan en la penumbra,   mis risas son ecos de un pasado,   mis lágrimas, ríos que buscan el mar.   Soy un paisaje en constante cambio,   un bosque en el que las estaciones conversan,   un río que fluye sereno y a veces desbordado,   me abrazan mis heridas,   como raíces que se aferran al suelo,   me acompañan mis sueños,   como estrellas que guían mi camino.   Acepta mis imperfecciones,   mira las cicatrices como mapas,   marcas de historias vividas,   como ramas que se entrelazan,...

Refugio de tempestades

No pidas paz a mis brazos,   pues en su abrazo habita el fuego,   la chispa de la locura,   que enciende pasiones ocultas   como estrellas errantes en un cielo sombrío,   donde la luna titila en complicidad.   Mis labios son un laberinto   donde se pierden los susurros,   y cada palabra es un eco,   un grito ahogado en la noche,   en el vaivén de la brisa furtiva   que danza entre sombras y luces.   Quiero la intensidad,   la tormenta que arrastra,   las risas desaforadas   como relámpagos en el horizonte,   las miradas que rompen el silencio   y hacen temblar los cimientos de la razón.   No anheles calma en este torrente,   porque en la locura florece la vida,   y en el abandono de los sentidos   hallamos la verdad de nuestro ser,   donde cada latido es un verso, ...

Navegando tormentas

 En la calma de un susurro,   donde el sol acaricia nuestros días,   temo el eco distante de las tormentas,   las nubes oscuras que amenazan   con descargar su pesadez. No quiero que el diluvio   rompa el silencio suave   de nuestras risas compartidas,   ni que las aguas arrastren   los sueños que hemos tejido,   con hilos de ternura. Cada palabra, un refugio,   cada abrazo, un puerto,   y aunque el cielo se oscurezca,   yo elijo la luz que hemos creado,   la chispa que a veces titila,   pero nunca se apaga. Que las lluvias no sean torrentes,   sino suaves momentos,   gotas que refrescan,   no que inundan.   Quiero caminar descalzos   en la playa de la confianza,   sintiendo la arena firme   bajo nuestros pies,   no el agua que amenaza   con llevarse lo qu...